9 dic 2014 Madre de la Salvación: Yo fui enviada como Su mensajera a través de todas las épocas

13.02.2015 15:35

Martes 9 de diciembre de 2014 a las 17:00 hrs.

 

Mi querida hija, yo soy la Inmaculada Virgen María, la Madre de Dios, y vengo a revelarles el propósito de mi misión en la tierra.

Yo soy la esclava del Señor y fui designada por mi Padre Celestial para dar a luz a Su Hijo, Jesucristo, el Salvador del mundo. Justo cuando fui llamada a cumplir Su Santísima Voluntad, a través del nacimiento de Su Hijo Unigénito, que fue enviado para dar Vida Eterna a todos Sus hijos, se me dio la labor de ser Su mensajera a lo largo de todas las épocas. Fui enviada como Su mensajera para revelar los misterios de Su Reino Celestial y en todo momento vine en Su Santo Nombre para impartir mensajes importantes para el mundo. No he venido por derecho propio, porque nunca se me hubiera dado esta autoridad. Vine en el Nombre de Dios, como Su leal servidora, para Gloria de Dios, para que Él pudiera llamar a las almas a Su Divina Misericordia. Ahora vengo de nuevo en esta, la última Misión, autorizada por la Bendita y Santísima Trinidad, para la salvación de las almas.

He desempeñado un papel importante en la Venida del Mesías, la primera vez, y vengo finalmente como Su santa mensajera en estos, los tiempos del fin, antes de que Él, mi Hijo, se manifieste en Su Segunda Venida.

A lo largo de los siglos, cuando me manifesté en las apariciones de la Tierra, una señal fue dada al mundo. En muchos casos, revelé profecías importantes a través del Don de locución interior, pero, en algunos casos, no se dijo nada en absoluto. En lugar de ello, una señal fue dada y los bendecidos con discernimiento entendíeron qué era lo que Dios quería que Sus hijos supieran. Es gracias a Su gran generosidad que Él autorizó estas Intervenciones Divinas porque Su único Deseo fue salvar almas.

Mi Padre Eterno, Quien creó todas las cosas de la nada, intercede solo cuando Él desea rescatar a Sus hijos de los engaños, que son plantados en sus corazones. Cuando el maligno crea el caos, Dios siempre interviene para abrir los corazones de Sus hijos al Gran Amor que Él tiene por cada uno de ellos. Acepten esta misión, queridos hijos, con agradecimiento y den gracias a Dios por Su Gran Misericordia, sin la cual se perderían muchas almas.

Su Amada Madre

Madre de la Salvación