09 ago 2014 No perturben sus corazones, discutiendo sobre Mí o tratando de timarme, porque esto no sirve de nada

12.02.2015 23:55

Sábado 9 de agosto de 2014 a las 17:43 hrs.

 

Mi muy querida bienamada hija, a medida que se enfurecen las tormentas y entra en erupción la paz sepan que el tiempo se está acercando para que Mi Intervención irrumpa. El hombre verá desorden donde quiera que mire y algunos dirán que el tiempo está cerca. Hasta que vean estallar guerras en diferentes partes del mundo y cuando nuevas doctrinas sean congregadas y dispersadas entre los espiritualmente muertos de hambre, quienes serán los primeros en adherirse a ellas como abejas a la miel, solo entonces ustedes podrán estar seguros de los grandes cambios, que precipitarán la Segunda Venida.

Las nubes se reunirán antes de las tormentas y las tormentas se enfurecerán antes de que el último rayo sea arrojado desde el cielo. Las señales son cada vez más claras para los que tienen ojos que pueden ver, pero para el resto, ellos simplemente creerán que hay poca justicia en el mundo -trastornos al igual que antes- igual como siempre los ha habido. Pero sepan que las profecías anunciadas ocurrirán y que van a ser presenciadas por muchos antes del Gran Día.

No perturben sus corazones, discutiendo sobre Mí o tratando de ser más listos que Yo, porque esto no sirve para nada, mas que para causar que el miedo ulcere dentro de sus corazones. Me preocupa ser testigo de la división en el mundo; me duele ver la maldad, que conduce a la matanza de inocentes y el sufrimiento infligido a los débiles. Me duele ver tanta gente en oscuridad que lloran lágrimas de tristeza, porque no creen en un futuro. No tienen fe en Mi Promesa de reclamar Mi Reino y de traer gloria a la humanidad. ¡Oh, cómo me duele y cuánto anhelo traer a esas almas el consuelo de Mi Amor y la paz que deseo poner en el centro de sus almas!

Cuando el trastorno que aflige al mundo crezca en su intensidad, ustedes deben bajar todas sus armas y abandonar todas las acciones defensivas que colocan delante de Mí a fin de protegerse y entonces llámenme con esta oración:

Cruzada de Oración (163) Líbrame de la persecución

Oh, Jesús guárdame del dolor de la persecución en Tu Nombre. Congráciame con Tu Corazón. Líbrame de la soberbia, la avaricia, la maldad, del ego y del odio en mi alma. Ayúdame a entregarme verdaderamente a Tu Misericordia. Llévate mis temores.

Ayúdame a desahogar mi dolor y lleva toda la persecución lejos de mí, para que yo pueda seguirte como un niño pequeño, en el conocimiento de que todas las cosas están bajo Tu control. Libérame del odio mostrado por todos los que proclaman ser Tuyos, pero que realmente te niegan. No dejes que sus lenguas cortantes me azoten o que sus actos malvados me distraigan del Sendero de la Verdad.

Ayúdame a concentrarme solo en Tu Reino por venir y a perseverar, con dignidad, contra cualquier insulto, que yo pueda padecer en Tu nombre. Tráeme la paz de la mente, la paz del corazón, la paz del alma. Amén.

Por favor, mantengan la calma mientras las tormentas reúnen impulso porque si no confían en Mí completamente, van a flaquear/titubear y su dolor, mientras presencian el mal disfrazado de bien, llegará a ser insoportable. Confíen en Mí. Nunca se desvíen de Mis Enseñanzas y recen con el abandono de su alma, libre de malicia, lo que es esperado de ustedes como seguidores Míos. Cuando lo hagan, serán liberados y nada los molestará de nuevo.

Su Jesús