8 dic 2014 Madre de la Salvación: Mi Hijo me ha concedido el poder de aplastar la cabeza de la serpiente

13.02.2015 15:34

Lunes 8 de diciembre de 2014 a las 17:30 hrs.

 

Mis queridos hijos, cuando escuchen rumores de nuevas guerras en los lugares más inesperados, deben estar conscientes de que las profecías contenidas en el Libro del Apocalipsis están sobre ustedes.

Cuando el orden natural de la tierra y el comportamiento de la raza humana caigan en el caos, en los cuatro rincones del mundo, entonces este será el tiempo para prepararse. Todas estas cosas deben suceder en el último bastión/baluarte* en contra de todo lo que es malo, que nace de la infestación malvada del maligno.

El hombre se volverá contra el hombre, la gente tratará a los demás con crueldad, sin una pizca de remordimiento, y cada uno va a traicionar la confianza del otro. Tal es el resultado cuando el amor, el cual proviene de Dios, disminuye en los corazones de la humanidad. Incluso aquellos que creen en Mi Hijo se volverán contra Sus Enseñanzas. Los más cercanos a Él, a pesar de que le aman, lo traicionarán. Aquellos que lo representan lo entregarán a Sus Enemigos tal como lo hizo Judas.

Hay muy pocos lo suficientemente fuertes como para ponerse de pie y proclamar la Verdad de la Santa Palabra de Dios. El hombre es débil y es por causa del pecado que no puede llegar a estar sano/íntegro. Hasta que se erradique el pecado, mucho dolor será padecido hasta que mi Hijo venga otra vez. Hasta entonces, la oración es su única arma contra el poder de Satanás. Recen, especialmente, mi Santísimo Rosario todos los días, ya que tiene el poder para debilitar la fuerza de Satanás y a todos los que él dirige en la batalla final contra Jesucristo y Su Iglesia en la tierra.

Les digo ahora que Yo, su Madre amada, la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, doy hoy a ustedes un regalo especial. Se me ha dado la gracia para ser la protectora de la humanidad. Deben ponerse a salvo dentro de mi protección en tiempos de conflicto. Yo protegeré contra la maldad del diablo a cada uno de ustedes que me invoque. Bajo mi protección se les dará alivio de los ataques que él (el diablo) infligirá a todo Cristiano que trate de permanecer fiel a mi Hijo en las pruebas que se encuentren delante de ustedes.

Mi Hijo me ha concedido el poder de aplastar la cabeza de la serpiente para que Él (mi Hijo) pueda acercarlos más a Él. Acepten mi protección y yo responderé a todos los que me pidan ayuda.

Mi deber es con Dios y mi lealtad es para con mi amado Hijo, Jesucristo, que ama mucho a todos ustedes. No hay nada que no haga por mi Hijo y no hay nada que Él no haga para liberarlos del dolor y del sufrimiento.

Gracias queridos hijos por el amor que me demuestran, pero sepan que yo tomo el amor que ustedes me dan, y lo presento a mi Hijo para Gloria de Dios.

Sigo siendo una humilde sierva de Dios.

Su amada Madre

Madre de la Salvación