4 dic 2014 Mi Presencia estremecerá a la tierra y el suelo temblará
Jueves 4 de diciembre de 2014 a las 22:55 hrs.
Mi muy querida bienamada hija, cuando llegue la hora de Mi Segunda Venida se oirá un gran ruido, como el rugido del trueno, y el cielo se abrirá, como si una gran cortina fuese levantada. Yo apareceré en una gran luz blanca, más brillante que el sol y muchas personas quedarán cegadas por esta Gran Luz que me rodeará. Entre más puras sean las almas, más clara será su visión y se regocijarán cuando vean Mi Rostro.
Mi Presencia estremecerá la tierra y el suelo temblará. Después habrá un gran silencio y Mi Voz resonará, cuando Yo declare que Soy Yo, Jesucristo. Habrá gran júbilo por parte de aquellos a quienes llamaré - los que habrán sido bendecidos con Mi Gran Misericordia. Pero, en medio del amor y la alegría también habrá gran pesar y temor. Aquellos que no tienen más que odio por Mí, caerán de rodillas, gimiendo de dolor y revolcándose con rabia y temor ante Mi vista.
Aquellos que lleguen a Mí en ese Día y me supliquen que los tome en Mis Brazos Misericordiosos, serán salvados. Yo alcanzaré a los más insignificantes, a los perdidos, así como también a aquellos que estarán demasiado débiles para buscarme. Ellos solo necesitan susurrar estas palabras "Jesús perdóname mis pecados“ y Yo haré que se sientan de repente y fuertemente atraídos en amor hacia Mi Glorioso Reino.
A todos ustedes que temen el Gran Día de Mi Segunda Venida, sepan que si me aman, ese Día les traerá una alegría inmensa. Si ustedes no me conocen, cuando me vean ese Día, vendrán a Mí y abrirán sus brazos para saludarme/recibirme. Serán solo aquellos que me odian, los que rechazarán Mi Mano de Misericordia. Pido que confíen en Mí para traerles paz, porque nunca sería Mi intención asustarles, pues Yo soy el Dios de Amor Infinito. A aquellos de ustedes que acepten Mi Gran Don de Vida Eterna, no tienen absolutamente nada qué temer, y Yo les guiaré por este trayecto que lleva al Gran Día.
Mis palabras pueden ser duras; la Verdad puede que sea muy difícil de aceptar; pero tal es la situación del mundo, causada por la fealdad del pecado, que si Yo no les advirtiera de este Día, ustedes no estarían preparados. Es debido a Satanás que el dolor del pecado causa este tipo de discordia, aflicción y sufrimiento en el mundo, pero pronto Yo pondré fin a todo pecado.
Su Jesús