27 ago 2012
Ésta es la responsabilidad que les doy a vosotros, Mis Discípulos, el convertir las almas de quienes Yo más anhelo
Lunes, 27 de agosto del 2012, a las 19:20 hrs.
Mi muy querida y amada hija, Mi amor por Mis discípulos, quienes han respondido a Mis mensajes, ha inflamado Mi Sagrado Corazón a tales proporciones, que éste ahora se rompe hacia afuera con una abundancia de Gracias.
Mis Gracias se derraman sobre ustedes, Mis amados seguidores, en este momento.
Ellas están siendo dadas a vosotros para fortalecer vuestro propósito de difundir Mi Santa Palabra.
Mis mensajes desde el Cielo, nutrirán las almas, incluyendo las más ennegrecidas, con el oxígeno que ellas necesitan para sobrevivir la oscuridad, vertida sobre el mundo por satanás.
Su invisible, pero poderosa influencia, debilita incluso al más fuerte de los creyentes, quien empieza a dudar de su Fe.
Cuando Yo os doy estas Gracias, lo hago por una razón.
Vosotros, Mis discípulos, sois el ancla a donde todas las almas que vagan sin rumbo en la confusión, se acercarán. Incluso si ellos no os escuchan al principio, vosotros debéis perseverar.
Dadles copias de Mis mensajes y de Mi Cruzada de Oraciones y alejaos silenciosamente.
Ellos serán tocados de alguna manera por Mi Santo Espíritu. Si ellos no los aceptan, encontrarán difícil el alejarse simplemente y olvidarse de ellos. No, ellos regresarán a Mí.
Algunos regresarán de mala gana. La curiosidad conseguirá lo mejor de ellos.
Algunos regresarán con el fin de rechazar estos mensajes y tratarán de convenceros de hacer lo mismo.
Otros regresarán para discutir con vosotros, burlarse y desafiaros.
Otros os dirán que estas Palabras no provienen de Mí y esto romperá vuestros corazones.
Pero entonces habrá los convertidos. Aquéllos quienes vendrán corriendo a vosotros con alegría pura en sus corazones, suplicando por más.
Serán estas almas, las que harán que todo valga la pena.
No obstante, son las almas en tinieblas por las que ustedes deben rezar más y es por ellos, que Yo derramaré Mis Gracias sobre vosotros, para que vosotros ayudéis a salvar sus almas. Porque sin vuestra ayuda no hay esperanza para ellos.
Esta es la responsabilidad que Yo os doy a vosotros Mis Discípulos, convertir las almas de quienes Yo más anhelo.
Vuestro Jesús