24 jun 2013 Madre de Dios: Deben permanecer fieles a lo que mi Hijo les enseñó. Él fue como ustedes en todo excepto en el pecado
Lunes 24 de junio de 2013 a las 14:18 hrs.
Yo soy su amada Madre, Reina de todos los Ángeles, Madre de Dios. Yo soy la Inmaculada Concepción.
Hijos míos, ¿no saben que mi Hijo, en este tiempo, está guiándolos a todos ustedes que vienen ante Él con un corazón abierto?
Con el fin de dar testimonio al Señor, Dios, a través de Su único Hijo, deben permanecer fieles a Sus Enseñanzas. Ellas están talladas en piedra y como tal nunca pueden cambiar. La Verdad nunca puede cambiar. A todos los hijos de Dios se les dio la Verdad, pero no todos aceptaron Quién Él era o de dónde Él venía. Aquellos que sí aceptan la Verdad dada a la humanidad por la Crucifixión de mi amado Hijo, Jesucristo, no deben olvidar nunca lo que les dijo.
Él les explicó todo. Nada ha cambiado. Deben permanecer alerta en todo momento, porque ya están siendo engañados y pronto muchos de ustedes caerán en el error.
El pecado es pecado. Es desagradable a Dios, pero es perdonado cuando se muestra remordimiento y cuando piden redención. Las Gracias de Vida Eterna son para todos los hijos de Dios, quienes las pidan. A todo hijo de Dios, a través de la Misericordia de mi Hijo, se le dará tiempo y luego un gran don para recordarles la Verdad. De esta manera, la mayoría de la población del mundo será y podrá ser salvada y entonces se les dará el don de Vida en el Nuevo Paraíso.
Como un pecador, deben seguir pidiendo perdón a través de mi Hijo, con el fin de permanecer en Estado de Gracia. Ustedes no pueden ser perdonados por sus pecados, sino hasta que pidan a mi Hijo el don de Reconciliación.
Deben permanecer fieles a lo que mi Hijo les enseñó. Él fue como ustedes en todo excepto en el pecado. Dios es Todopoderoso. Dios es Amor. Dios es Perfecto. Dios, a través de Su Hijo, nunca podría ser tentado a cometer pecado.
Vayan en paz, queridos hijos, y una vez que permanezcan firmes y leales a la Verdad, que solo puede venir de Dios, vivirán una vida plena y gloriosa en cuerpo y alma y en perfecta armonía con mi Hijo.
Su Madre
Madre de la Salvación