24 jun 2012 Cuando vosotros propagáis odio hacia los profetas enviados del Cielo sois culpables de un pecado que tiene enormes consecuencias

06.04.2015 20:35

Domingo 24 de junio de 2012 a las 17:30 hrs

 

Mi muy querida bienamada hija, cómo se me rompe el corazón cuando veo a aquellos que dicen que son seguidores de Dios pero que desdeñan Sus leyes. Son hipócritas.

Son ellos los que dicen que siguen los Mandamientos de Mi Padre, sin embargo, sienten que ellos pueden condenar a otros que pecan.

Primero, al tomar la Sagrada Escritura como un medio para proclamar una mentira, promoviendo la así llamada tolerancia, ellos me ofenden enormemente.

Esta es la gente que dice que es un error creer en la Divina Providencia.

Estas son las personas que cuestionan a los videntes enviados por el Cielo a lo largo de los siglos y que luego tratan de desmentirlos por el uso de Mi Santa Palabra establecida en la Sagrada Escritura.

Cualquier hombre que niega Mi Palabra me es desleal a Mí. 

Cualquier hombre que se distingue a sí mismo de sus hermanos y hermanas, como espiritual e intelectualmente superior, necesita ser muy cuidadoso.

Cualquier hombre que usa la Sagrada Escritura para presentar una versión retorcida de la Verdad será castigado. 

Cualquier hombre que se levanta y proclama la Verdad, y sin embargo descarta Mi Palabra dada al mundo, en estos los Tiempos del Fin, serán echados a un lado por Mí.

Vosotros sois culpables de envidias espirituales y por esto enfrentaréis el castigo.

Cuando vosotros propagáis odio hacia los profetas enviados del Cielo, sois culpables de un pecado que tiene enormes consecuencias.

Porque al hacerlo, vosotros, no solo proclamáis una mentira, también obstruís la Palabra de Dios.

Os pido que detengáis vuestra campaña de tormento y calumnia ahora. Vosotros nunca evitaréis que Mi Palabra sea escuchada. 

¿Por qué seguís tratando de atormentar a esta Misión? ¿Todavía no sabéis que el fuego del Espíritu Santo no podría haberse extendido en la forma que lo ha hecho si Mis mensajes no fueran del Cielo?

Vosotros estáis siendo utilizados por el maligno, quien no se detendrá ante nada para evitar que estos, Mis Santos Mensajes, sean dados al mundo.

Mensaje para el Clero:

Para aquellos de vosotros que habéis prometido un voto, como un siervo sagrado de Mi Iglesia en la Tierra, escuchadme ahora.

Cuando denunciáis públicamente Mis Mensajes y me impedís a Mí, vuestro Jesús, en esta Misión para salvar almas, cometéis el más grande pecado de todos.

Vosotros sufriréis por esto y vuestro Purgatorio será experimentado en la Tierra. Todo hombre, mujer y niño presenciará vuestra ofensa contra del Cielo.

Vuestra defectuosa evaluación de Mis profetas os volverá espiritualmente vacíos y vuestra alma sufrirá un tormento como ningún otro.

Si vosotros sois siervos sagrados Míos y están inseguros de Mi Voz mientras Yo os hablo ahora, entonces debéis permanecer en silencio. Debéis rezar por discernimiento antes de que consideréis rechazar Mi Santa Palabra.

Miles de Mis siervos sagrados no llegarán a reconocer Mi Palabra, enviada a través de este profeta para el Fin de los Tiempos. Cómo esto rompe Mi Corazón.

Muchos caerán bajo el reino del anticristo y abandonarán Mi Iglesia en la Tierra. 

Muchos de Mis siervos sagrados se pondrán del lado de los perseguidores de Mi Iglesia. La seducción ya ha comenzado.

Vosotros estáis siendo preparados por el engañador para rechazarme y vuestro orgullo os impide ver esto.

Muchos de Mis siervos sagrados no serán lo suficientemente valientes para defender a Mi Iglesia en la Tierra. Muchos se pondrán del lado del Falso Profeta y rechazarán a Mi rebaño cuya fe les permitirá buscar la Verdad. 

¿No sabéis que Yo soy la Iglesia?

¿No sabéis que la Iglesia sufrirá su propia crucifixión así como Yo lo hice? 

Ella será atormentada. Parecerá haber sido crucificada y muchos pensarán que estará muerta. Pero, así como Mi Resurrección, ella será resucitada a la vida de nuevo porque como veréis, ella no puede ser destruida.

Yo advierto a todos Mis siervos sagrados que no reconocen los tiempos que estáis viviendo, que estéis alerta ahora mientras Mi Iglesia en la Tierra sufre la más grande persecución desde su comienzo.

Vosotros debéis prepararos y abrir vuestros ojos.

¿Cuándo pensasteis que Yo vendría a advertiros? ¿Pensasteis que sería en algún tiempo lejano en el futuro? ¿Que esto nunca sucedería en vuestra propia vida?

El momento para Mi Segunda Venida está muy cerca. 

Pronto dividiré a los buenos de los malvados después de que todo intento se haya hecho para convertir a la mayoría de la humanidad.

Es vuestro deber y responsabilidad mantener abiertas la mente, el corazón y el alma.

Yo necesito que vosotros respondáis a Mis súplicas para ayudarme a salvar tantas almas como Yo pueda.

Seguidme. Ésta es vuestra Llamada.

Es por esto que vosotros me prometisteis lealtad a Mí, vuestro Jesús.

Vosotros no hicisteis vuestros votos en vuestros propios términos. 

Debéis permitirme guiaros y ayudaros a defender Mi Iglesia en la Tierra. 

Mucho daño ha sido infligido a Mi Iglesia. Mi Iglesia consta de todos aquellos que me aman incluyendo a todos Mis siervos sagrados.

Vosotros debéis ser fuertes, valientes y leales. No debéis permitir que el miedo o la bestia devoren vuestra alma. 

Escuchad Mi Palabra antes de condenar a Mis profetas.

Nunca condenéis ninguno de Mis Mensajes sin rezar pidiendo discernimiento. Incluso entonces, debéis ser cuidadosos de no negar a los hijos de Dios el Don de las Gracias que Yo ahora otorgo sobre aquellas pobres almas que están hambrientas de la Verdad de Mis Enseñanzas.

A aquellos que abiertamente rechazan Mi Palabra, dada a este profeta, saber que vosotros me suplicareis perdón cuando la Verdad sea revelada.

Para entonces, para aquellos que son responsables de alejar a las almas de Mi Palabra, será demasiado tarde.

Aquellas almas perdidas para Mí, debido a su perversa lengua, no tendrán Vida Eterna.

Rechazar Mi Palabra ahora, o condenar Mi mensaje por tener errores y vosotros seréis echados a un lado. Vosotros no sois dignos para dirigir Mi rebaño.

 

Vuestro Salvador

Jesucristo