23 sep 2013 Madre de la Salvación a los Sacerdotes: Para permanecer fieles a la Iglesia de mi Hijo en la Tierra deben estar preparados para alimentar Su Rebaño
Lunes 23 de septiembre de 2013 a las 13:30 hrs.
Mi niña, muchas señales se darán a conocer desde los Cielos, sobre los techos de las Iglesias de mi Hijo, cuando los cambios finales sean hechos en la Liturgia de la Santa Misa. Todos aquellos que mantengan sus ojos abiertos y sus oídos alerta presenciarán la Ira de mi Hijo en una forma en la que no pueden dejar de notar.
Mi Hijo prometió que daría a conocer Su Ira cuando ellos, dentro de Su Iglesia en la Tierra, lo crucifiquen otra vez al profanar Su Cuerpo y Sangre durante el Santo Sacrificio de la Misa. Truenos y relámpagos, seguidos por grandes tormentas, arrasarán los pies de la gente. Más inundaciones serán presenciadas, cuando los pecados del hombre sean barridos mientras ellos comienzan a ver los castigos de Dios que se derramarán sobre la humanidad.
Esclavos al pecado -incluso aquellos que aman a mi Hijo y quienes permanecen fieles a la Santa Misa- y así no sabrán la diferencia cuando la abominación sea presentada. Recuerden, es para conmemorar la muerte de mi Hijo que la Santa Misa se dice, y donde la Verdadera Presencia de mi Hijo es dada a conocer. En breve, ellos no reconocerán la Verdad y la nueva misa se convertirá en una ceremonia pagana. Ese día aún está por venir y sucederá repentina e inesperadamente -tan rápido se moverá el falso profeta. Ahora es el tiempo para la preparación. Todos aquellos siervos consagrados, quienes han de permanecer leales a la Sacratísima Eucaristía y quienes se adherirán a la Santa Palabra de Dios, deben comenzar sus preparativos ahora.
Para permanecer fieles a la Iglesia de mi Hijo en la Tierra, deben estar preparados para alimentar Su Rebaño con el Alimento de Vida, que es Su Sagrada Eucaristía. Este es el voto que hicíeron a Jesucristo cuando ustedes dijeron que lo servirían y que proporcionarían Su Cuerpo y Sangre, a través de la Santa Misa, a todos aquellos que buscan la salvación. Este voto debe ser honrado hasta el último día.
No teman a los tiempos que se avecinan, cuando los enemigos de Dios tratáran de utilizar Su Santo Nombre para tolerar el pecado y hacerlo aceptable a todos; cuando privarán a todos de Su Cuerpo y Sangre. Esto no importará si ustedes continúan sirviendo a mi Hijo en cualquier manera que puedan.
Vayan en paz, en la esperanza de que todos ustedes, que aman a mi Hijo, estarán bendecidos con el Don del Espíritu Santo, para que puedan ser capaces de discernir la Verdad.
Su Bienaventurada Madre,
Madre de la Salvación