23 ago 2013 Madre de la Salvación: El anticristo tras su anuncio, declarará que él es un cristiano devoto
Viernes 23 de agosto de 2013 a las 14:09 hrs.
Mi niña, cómo sufrirán los Cristianos mientras la enfermedad del pecado envuelve al mundo por todas partes en muchos aspectos.
Hay un intento organizado que se está haciendo para acabar con el Cristianismo y esto toma muchas formas. Lo sabrán cuando a los Cristianos les sea negado el derecho de declarar públicamente su lealtad a Dios, lo que a cualquier otro credo, no de Dios, si se les permitirá hacerlo. A estos otros credos se les dará gran apoyo cuando aboguen por la justicia, en nombre de sus derechos como ciudadanos. Lo que esto hará es propagar más los pecados, los cuales son aborrecibles a mi Padre.
La gente será obligada a aceptar el pecado en sus países y se convertirá en delito para los Cristianos el oponerse a estas leyes. Los Cristianos serán vistos como que son poco caritativos, de derecha y ajenos a la realidad de los derechos humanos de otros. Cada característica deseable en las almas, según lo establecido por mi Padre, se utilizará como un frente(una fachada) en sus esfuerzos para justificar tal maldad en sus naciones.
Cuando la enfermedad de la carne se apodera de una comunidad, mata a muchos. Pero, después de un tiempo de gran dolor y muchas muertes, la comunidad restante se vuelve inmune a la enfermedad. El pecado causará la enfermedad de la carne en muchas naciones, a medida que los juicios de los Sellos son declarados por el Salvador de la humanidad y derramados por los Ángeles del Señor. Muchos serán matados en expiación por la maldad del hombre. Esta purificación continuará hasta que queden solo aquellos que sean inmunes a la muerte debido a su amor por Dios.
Los Cristianos sufrirán enormemente de diferentes maneras. Su fe les será arrebatada y en su lugar una abominación será presenciada. Su dolor, que ya ha comenzado, es el mismo al experimentado por mi Hijo, en este tiempo. Pues tendrán que ser testigos de un espectáculo desconcertante, ya que el anticristo, tras su anuncio, declarará que él es un cristiano devoto. Él usará muchos fragmentos de la Biblia en sus discursos al mundo. Los cansados cristianos, que sufrieron hasta este momento, repentinamente serán tranquilizados. Por fin, -ellos pensarán- aquí está un hombre enviado del Cielo en respuesta a sus oraciones. De la boca de él se derramarán muchas palabras dulces y reconfortantes y parecerá ser un regalo de Dios, puesto que será visto enmendar los agravios contra los Cristianos. Él cuidadosamente ideará el cómo (la manera de) ser percibido por los Cristianos y especialmente por los Católicos Romanos, ya que estos serán su principal objetivo.
Todos admirarán al anticristo y sus supuestos actos, gestos cristianos y su percibido/mostrado amor por las Sagradas Escrituras lo harán inmediatamente aceptable por muchos. Él reunirá a todas las naciones y se dedicará a celebrar ceremonias para otras religiones y, en particular, organizaciones paganas, para que puedan trabajar juntos para lograr la paz mundial. Tendrá éxito en unir países que habían sido enemigos hasta entonces. El silencio será escuchado en países desgarrados por la guerra y su imagen aparecerá en todas partes. Su último gran logro será cuando traiga a todas aquellas naciones que él reúna, dentro del dominio de la Iglesia Católica y todas las otras denominaciones Cristianas. Esta unificación formará la nueva religión única mundial. Desde ese día en adelante, se desatará el Infierno en la Tierra y la influencia de los demonios estará en su mayor nivel desde antes de la gran inundación. Se verá a la gente adorando a Dios en la nueva iglesia del nuevo orden mundial y parecerán ser devotos en todos los sentidos. Entonces, fuera de las iglesias se dejarán enredar en el pecado abiertamente, porque ningún pecado los avergonzará. Bajo la dirección hipnótica de la falsa trinidad –la trinidad creada por Satanás– ansiarán toda clase de pecado como un medio para sustentar su apetito recién descubierto.
Esta iniquidad incluirá pecados de la carne, donde la desnudez será aceptable, ya que el hombre se involucrará en pecados obscenos de la carne en lugares públicos. Los asesinatos serán comunes y cometidos por muchos, incluyendo niños.
La adoración satánica y las misas negras se llevarán a cabo en muchas Iglesias Católicas. El aborto será visto como una solución para toda clase de problema y se permitirá incluso hasta el día del nacimiento.
Dentro de poco se convertirá en un delito penal, mostrar cualquier tipo de lealtad a Jesucristo. Si ustedes son vistos con una verdadera Cruz se les encontrará que han cometido un delito, porque estarán infringiendo la ley. La ley en sus tierras se convertirá en una ley dual -donde política y religión estarán entrelazadas en el nuevo orden mundial.
Esta persecución, significará que muchos, sin saberlo, adorarán a la bestia y serán infestados. Tan infestados estarán que delatarán/ traicionarán al hermano, hermana, madre y padre, a las autoridades, si ellos permanecieran fieles al Cristianismo. Su única esperanza, hijos, es la oración para sostenerlos durante este período.
Les aliento/exhorto a que conserven todos los objetos santos, rosarios, velas/candelas benditas, agua bendita, una copia de la Biblia y el santo Misal diario junto con el libro de la Cruzada de Oración. Deben mantener el Sello del Dios Vivo en sus hogares y en ustedes si es posible. Mi Medalla de la Salvación convertirá a aquellos que la usen y les será mostrada Misericordia por mi Hijo. Ahora te pido, niña, haz que la Medalla de Salvación se produzca ahora y se haga un Escapulario del Sello del Dios Vivo.
Este Mensaje es una advertencia del Cielo de las cosas por venir. Deben escucharme a mí, la Madre de la Salvación, ya que debo guiarlos a la Verdad, para que permanezcan verdaderamente fieles a mi Hijo en todo momento.
Vayan en paz, hijos, y estén tranquilos ya que esta prueba/padecimiento, por la Misericordia de Dios, será corta. Confíen en mí, su Madre, porque estaré con ustedes siempre durante sus pruebas/padecimientos. Nunca estarán solos.
Su Madre
Madre de la Salvación