23 ago 2012
Virgen María: La Conversión puede debilitar el impacto del anticristo
Jueves, 23 de agosto del 2012, a las 12:40 hrs.
Mi niña, deja que todos los hijos de Dios sepan que entre más oposición haya hacia a la Sagrada Palabra de Mi Hijo, en este momento, más serán las Gracias derramadas sobre los discípulos de Mi Hijo Amado.
Todas las profecías predichas, pueden ser mitigadas de muchas maneras, cuando todos los hijos de Dios acepten la Gracia de la conversión.
La conversión puede debilitar el impacto del anticristo. Sus oraciones diarias, incluyendo el rezo de la Cruzada de Oración, ayudarán a lograrlo.
Yo os pido que vosotros recéis por las almas de aquéllos quienes se oponen a la Misión de Mi Hijo en la tierra.
Esta batalla por las almas es intensa y deben levantarse por encima de la tortura y la flagelación y pedirme que rece por las pobres y equivocadas almas, quienes creen que hablan en el Nombre de Mi Hijo, pero en cambio están siendo engañadas por el maligno.
Mi Hijo nunca abandonará Su búsqueda de almas, especialmente de aquéllas quienes lo rechazan, quienes se burlan de Su Palabra Sagrada y cuyas almas están ennegrecidas por el pecado.
Debéis manteneros fuertes, hijos, todos vosotros y permanecer firmes en vuestra resolución para hacer la Santa Voluntad de Mi Hijo.
Esto no será fácil, pero obtener la entrada al Nuevo Paraíso no es fácil.
Esto requiere mucha paciencia, mucha oración, mucho amor de los unos a los otros y la habilidad para perdonar a todos aquéllos que os causan dolor y quienes profanan la Palabra de Mi Hijo.
Gracias por responder a Mi llamado.
La Madre de la Salvación
Mensaje importante de Dios Padre: Concederé Inmunidad contra las Puertas del Infierno a aquellas almas por las que vosotros recéis
Jueves, 23 de agosto del 2012, a las 15:15 hrs.
Mi queridísima hija, han sido pocas las veces que la Santísima Trinidad se ha comunicado con la Humanidad de esta manera y la primera vez que Yo, su Padre, ha autorizado una Misión de este tipo.
Mis hijos, muchos de vosotros que no os dáis cuenta del significado de esta Intervención Divina, comprenderéis pronto, el por qué ésta es necesaria.
Si la Segunda Venida de Mi amado Hijo ocurriera sin aviso, Mis preciados hijos nunca entrarían por las puertas de Mi Nuevo Paraíso.
Ellos nunca serían capaces de preparar sus almas y no estarían en condiciones de ser admitidos a la Nueva Era de Paz.
Ésta es una comunicación la cual, el mundo encontrará difícil de responder.
Tan oscura es la nube la cual cubre los corazones de los hombres, que muy pocas almas serán capaces de ver la Luz de Mi Promesa Divina.
Las fuerzas del mal, siempre presentes en el mundo, evitan que Mis hijos lleguen a Mí.
Mi determinación para traer a Mi familia cerca y unirlos a Mi Seno es muy intensa.
No dejes que ningún hombre falle para comprender que Yo, facilitaré la rápida conversión de la Humanidad, no importa lo que cueste.
Permitiendo que el libre albedrío de todos Mis hijos permanezca intacto, los milagros que Yo mandaré, convertirán sus corazones desde adentro hacia afuera.
Ésta es Mi Promesa, mientras Yo os llamo a cada uno de vosotros, queridos hijitos Míos.
Yo, vuestro Padre Amado, ansío teneros, reuniros y sosteneros cerca de Mi Corazón y poneros a salvo.
Muy pocos de vosotros conocéis las profundidades de Mi Amor. Una vez que vosotros experimentéis el amor por Mí, su Padre Eterno, nunca podríais romper de nuevo vuestro vínculo Conmigo.
Yo quiero daros consuelo.
Deseo dejaros saber que Mi Amor por vosotros significa que, a través de Mi Hijo Jesucristo, una gran Misericordia será mostrada, incluso para aquéllos con corazones de piedra y para aquéllos con almas tan negras, que sólo un milagro puede salvarlos.
Para aquéllos quienes me aman, Yo os digo esto: Vuestro amor por Mí, vuestro Padre, será devuelto a vosotros en abundancia. Vuestro amor por Mi Precioso Hijo, será recompensado, en que Yo concederé inmunidad contra las Puertas del Infierno a aquellas almas por las que vosotros rezáis.
Nada es imposible.
Mi amor es infinito.
Confiad en Mí.
Confiad en Mi Hijo.
Cuando lo hagáis, concederé grandes Gracias para la Salvación de la Humanidad.
Vuestro amado Padre,
Dios el Altísimo