22 nov 2010 El Gran Aviso, un Regalo de la Misericordia
Lunes 22 de noviembre de 2010 a las 02:00 hrs.
Mi amada hija, estoy tan complacido por la forma en que sigues Mis palabras con completa fe y obediencia. Mi amor por ti es fuerte. Así también es tu amor por Mí. Ahora Me sientes muy cerca de tu corazón. Eres una conmigo ahora, hija Mía. Mi Padre Eterno y Yo, así como el Espíritu Santo, la Santísima Trinidad, nos regocijamos con tu respuesta a este llamado tan importante. Nosotros, y todos los ángeles y santos caminamos contigo, todos los días, para protegerte en este trabajo sacratísimo.
Ten ánimo y sigue tomando Mi mano. Permíteme guiarte en tus palabras para darle a la humanidad una oportunidad de finalmente comprender la verdad antes del Gran Aviso. Este Gran Aviso, de Misericordia y Amor, como un último Regalo a Mis hijos, acontecerá pronto. A cada uno de Mis hijos se les mostrará su vida, sus pecados, sus acciones equivocadas y cada uno de los insultos de los que fueron responsables en contra de sus hermanos y hermanas, todo durante una experiencia mística. Ni un solo hombre, mujer o niño en esta tierra será excluido.
Algunos estarán profundamente impactados y entristecidos por los pecados en sus vidas e inmediatamente se volverán a Mí, su Justo Juez, y se redimirán. Ellos, de amor y dolor, pedirán misericordia.
Otros se sentirán tan enfermos e impactados por la forma en que se revelarán sus pecados que caerán muertos antes de que tengan oportunidad de pedir perdón.
Y luego estarán aquellos que siguen al engañador. Ellos, en su terror, cuando vean los malvados pecados de su vida pasada relampaguear ante ellos, huirán. Tratarán de esconderse pero no habrá a dónde ir. Agachándose y sumergiéndose ya sea que acepten lo que ven y pidan perdón ahí mismo. O se alejarán y se retorcerán de vergüenza y horror, pero no pedirán Misericordia.
Luego está el pecador extremo. Cuando sus pecados le sean mostrados todo lo que hará será discutir y negar que él cometió esas graves ofensas en contra de los Mandamientos de Dios. Simplemente negará la verdad y dará la espalda hacia la oscuridad del Infierno Eterno.
Nadie será excluido de Mi misericordia
¿Por qué mis hijos no entienden esto? Si se arrepienten sinceramente y desean venir a vivir Conmigo en la nueva Tierra, en donde el Cielo y la Tierra sean uno, ¿por qué no piden perdón? Nadie será excluido de Mi justa misericordia si muestran arrepentimiento. Sin embargo, así atrapados en perseguir sus metas egoístas, no consiguen entender las consecuencias.
Despierten ahora todos ustedes. Acepten, que los cambios que están a punto de presenciar, a través de las malas acciones de la humanidad, son las señales que han sido predichas y que anticiparán Mi regreso a la tierra.
Déjenme guiarlos al Paraíso
A través de esta profetisa y del Libro de la Verdad, Yo les imploro una vez más, por Mi precioso amor por todos ustedes, que se vuelvan a Mí antes de que el tiempo se acabe. Déjenme tenerlos en mis brazos. Dejen que Mi amor fluya a través de su mente, cuerpo y alma. Abran sus corazones y déjenme guiarlos a Mi Paraíso en la Tierra en donde disfrutarán la Vida Eterna. ¿Por qué desearían escoger el otro nefasto sendero que no lleva a ninguna parte, cuando la verdad ha sido revelada?
Mi corazón se agita con preocupación y tristeza cuando pienso en Mis hijos que simplemente rehúsan aceptar la verdad de Mi promesa. Digo una vez más, vuelvan a Mí y háblenme. Pídanme que regrese a su corazón. Me haré caber dentro de su alma. Les doy esta promesa, aún para aquellas almas más endurecidas. Solo una palabra es todo lo que necesitan decir. Pídanme que les muestre Mi presencia diciendo:
“Jesús me siento perdido. Abre mi corazón para aceptar Tu amor y muéstrame la Verdad para que yo pueda ser salvado.”
Mis Palabras de advertencia no son una amenaza. Este acontecimiento ha sido conocido desde Mi muerte en la cruz. ¿Por qué creen que no puede suceder? La Verdad se encuentra en las Escrituras para que todos la entiendan. Actuaré como su Salvador, hasta el último minuto, antes de venir como Justo Juez, para poder finalmente guiar a Mis hijos hacia Mi familia de gran amor, gozo y felicidad, en donde todos viviremos en armonía por la eternidad.
Satanás y sus seguidores serán precipitados a la oscuridad para siempre. Mi familia presenciará el gozo y los Cielos Divinos, que ningún hombre, si vislumbrara tan solo una probada de lo que promete, volvería la espalda a esta pura felicidad en el Reino de Mi Padre.
Recen, recen por perdón y entren en el Reino de Mi Padre en gloria donde ustedes, y sus seres queridos, serán bienvenidos a la Luz de Amor Puro.
Lucharé para recuperarlos a todos
Morí por todos ustedes y lucharé para ganarlos de regreso a Mí, a pesar de la oscuridad de la maldad en el mundo, hasta el ultimísimo momento.
Por favor, déjenme mostrarles cuánto los amo, una vez más. Tomen Mi mano ahora, recuesten su cabeza en Mi hombro y su gentil alma será encendida con un amor que han olvidado.
Su amoroso Salvador
Jesucristo