21 Nov 2010 (2) Llamado a todas las Iglesias y Credos a unirse contra el mal
Domingo 21 de noviembre de 2010 a las 15:00 hrs.
A Mis iglesias alrededor del mundo, escuchen Mi llamado. Todos ustedes hijos y seguidores me pertenecen. Tantos de ustedes están siguiendo las enseñanzas de su iglesia y de Dios el Creador de la humanidad. Eso es bueno. Muchos de ustedes interpretan las enseñanzas de Mi Padre Eterno de diferentes maneras. Esto ha surgido por las interpretaciones de los profetas desde que el tiempo comenzó.
Muchos profetas interpretaron las enseñanzas de Dios en la forma en que el mensaje fue recibido por ellos. Algunas de las palabras de Mis profetas han sido manipuladas. A todos Mis profetas se les dio la verdad. No todos Mis profetas consiguieron asegurarse de que sus seguidores permanecieran en el sendero hacia la Vida Eterna.
Todos los senderos llevan a Dios, el Creador de la humanidad. Los seguidores de Dios interpretan las enseñanzas de diferentes maneras que llevan a la confusión. Una vez que se instala la confusión, pueden estar seguros de que el único camino es simplificar sus creencias. Simplemente crean en y honren a su Creador.
Yo llamo a todas las iglesias, religiones y credos que hay alrededor del mundo a rezar por la humanidad y por los que no tienen fe - ahora. Amor a Dios no tiene nada que ver con la destrucción de la vida. Ningún hombre tiene el derecho, en Mi Nombre o en el de Mi Padre Eterno, de tomar una vida en Su Nombre. En cambio, estén juntos y unidos en su amor por su Creador afrontando el mal conforme emerge rápidamente a su alrededor.
Hijos Míos, déjenme recordarles las leyes de Dios. Los Diez Mandamientos enviados a ustedes por Mi Padre Eterno, a través de su santísimo y devoto profeta Moisés. Estas reglas fueron diseñadas para instruir a los hijos de Dios de las maneras en que le deben rendir homenaje a Él para guiarlos hacia la Verdad. Tantísima gente hoy en día ha olvidado esto. Aquellos que no lo han hecho, rara vez consideran lo que realmente significan. Aquellos que no entienden los Diez Mandamientos eligen interpretarlos de una forma muy distante de la verdad. A esos les digo, por favor, lean los Diez Mandamientos y escuchen o arriésguense a enfrentar a la ira de Dios. Su significado no debe ser diluido detrás de un falso amor, una falsa compasión o justificando el pecado ante lo que se les ha dicho.
El primer Mandamiento les dice que adoren a solo un Creador, Mi Padre Eterno, y que eviten la idolatría. Sin embargo ese primer Mandamiento ha sido despreciado a favor de falsos dioses. Por falsos dioses no necesariamente quiero decir solo personas en altos puestos o aquellos que se exaltan a sí mismos en lo más alto para que ustedes, hijos Míos, caigan en éxtasis a sus pies. Sí, esta es una ofensa y profundamente insultante a los ojos de Dios. La idolatría a la que me refiero ahora es el amor de la humanidad al poder y al dinero, que puede llevar a Mis hijos a una desesperanza vacía. Esta desesperanza lleva al quebrantamiento de la otra regla, el pecado de la obsesión por uno mismo. El deseo de buscar su propio camino en la vida a expensas de su alma, será su perdición. El amor a uno mismo no es amor. Es vanidad. Sin embargo es una doctrina popular hoy en día. Ustedes están, bajo el disfraz de falsa compasión, exaltándose a sí mismos y negando a Dios. Su falta de humildad traerá consigo su destrucción. Cuando se ponen delante de otros, ellos, y otras personas, sufrirán por ello. Este Mandamiento no debe, nunca, quebrantarse. El razonamiento humano que se usa para justificar el pecado es un absurdo.
Obsesión con la celebridad
A los jóvenes que han carecido de guía durante tanto tiempo, están siendo ahora arrastrados al abismo de la idolatría, de maneras que son muy claras de ver por todos. Los mismos ídolos que Mis hijos jóvenes adoran, en su mayor parte, no son de la Luz. Muchos han vendido sus almas al Diablo, un hecho del que ellos orgullosamente se jactan.
Sus hipnóticos atractivos, a través de su música y sus palabras, convencen a Mis hijos de que ese es el verdadero sendero a seguir. Sus atractivas inmoralidades alientan a sus seguidores a imitarlos. Cuando lo hacen, ellos, Mis hijos, bloquean la Luz ya que ellos también son arrastrados a la oscuridad eterna. La obsesión por la celebridad en el mundo de hoy significa, que Mis hijos están ansiosos todo el tiempo, mientras se esfuerzan por alcanzar las mismas alturas, como aquellos que siguen al engañador, que afirman disfrutar.
Vengan ahora todos Mis hijos, de todas las iglesias y credos. Únanse y luchen por el derecho a conservar la creencia en Dios, el Padre Eterno. El derecho a amarse unos a otros. El derecho al Amor puro. El Amor de Dios, el Padre Eterno, Creador del Cielo y de la Tierra.
Su amoroso Salvador y Justo Juez
Jesucristo