21 nov 2010 (1) Conversión
Domingo 21 de noviembre de 2010 a la 01:30 hrs.
Hoy, hija Mía, traigo un mensaje de esperanza y paz para todos Mis hijos que pueden sentir que estos mensajes han representado temor. Sepan que incluso para aquellos de ustedes que les resulta difícil de creer en Mí, en Mi Padre Eterno y en el Espíritu Santo, no deben preocuparse. Muchos de ustedes, Mis queridos hijos, quieren creer pero por su razonamiento y lógica, con los que evalúan todas las cosas basándose en el pensamiento racional, encontrarán difícil de creer en lo sobrenatural.
No teman. Rezando, aunque sea una vez al día y pidiéndole a Mi Sagrado Corazón que derrame Mi Amor sobre ustedes, muy pronto se sentirán diferente. Muchos de ustedes - aquellos que son vagos en sus creencias - envidian a otros que tienen una fe profunda. Deben entender que los amo a todos ustedes. Como un padre, cada uno de ustedes tiene un lugar profundo y especial en Mi Corazón. Nunca deben sentir que no son dignos de Mi Amor.
¿No los amé a tal punto de que di Mi vida voluntariamente por ustedes con la esperanza de que se les diera una segunda oportunidad de regresar a Mí?
Hijos, ustedes siempre serán puestos a un lado por otros por expresar una creencia en su Divino Creador. Cuando esto suceda recuerden que esto es algo que el hombre debe sufrir en esta tierra por su amor a Mí. Nunca dejen que esta creencia en Mí, su Divino Salvador, se desvanezca o se oculte de aquellos que los mirarán con lástima.
Sí, muchos de Mis hijos, influenciados por el razonamiento y la lógica humanos, puestas deliberadamente en sus cerradas almas, cuestionarán las creencias de ustedes. Para insultarlos más, estarán avergonzados por la fe de ustedes y aunque ellos no lo admitirán públicamente, sienten unos celos curiosos. Estos celos surgen de la certeza de que se dan cuenta, que dentro de su alma hay un vacío. No importa cuánto miren ellos su interior, no pueden entender por qué es este el caso. Mientras tanto, ustedes los creyentes, sufrirán humillación a través de los ojos avergonzados de los espectadores que tienen una fe débil o con ninguna.
Nunca estén temerosos o avergonzados de confesar el amor que tienen en sus corazones por Mi Padre Eterno. Sean abiertos respecto a su fe. Lleven su amor por Mí orgullosamente para que todos lo vean. Al hacerlo así, están guiando con el ejemplo.
Nunca traten de imponer demasiado fuerte, a través del razonamiento lógico, sus creencias a los no creyentes, de manera agresiva. En cambio, muéstrenles a sus hermanos y hermanas amor y apoyo aunque ustedes sepan que ellos necesitan guía. Cuando vean la manera franca en la que expresan su amor por Mí abiertamente y con gozo en su corazón, empezarán a querer saber.
Al guiar a otros, a través del ejemplo de amor, respeto y buenas obras, ellos serán atraídos hacia la luz. Muchos no entenderán por qué al principio. Pero con el tiempo y especialmente por el poder de las oraciones de ustedes, ellos caminarán hacia Mí.
Les insisto a todos a rezar por la conversión de todas las almas. Esto incluye aquellas personas que ustedes conocen personalmente, de las que ustedes sienten que tienen necesidad de oraciones, por las dificultades que encuentran en esta vida. Recen también por la conversión de aquellos pobres hijos perdidos para Mí por la oscuridad, que los ciega a la verdad. Recen especialmente con compasión y amor por aquellos que siguen, activamente, el sendero del engañador. Ellos, más que nadie, necesitan de sus oraciones.
Háganles saber, a todos con los que entren en contacto, detalles de cómo cada uno de ellos puede ser redimido, incluso a la hora de la muerte, rezando la Coronilla de la Divina Misericordia.
Por favor, por favor, denle esto a todos los que quieran escuchar. Insistan, si ustedes se atreven, a que la lean y la recuerden, porque si lo hacen y ellos la rezan durante sus últimos alientos, podrán ser y serán salvados por Mí.
Nunca se avergüencen de las cruces que usan
Nunca se sientan insultados cuando los no creyentes ríen y se burlan de ustedes cuando rezan. Nunca se avergüencen de las cruces que usan para su protección. No escondan estos símbolos del amor que tienen por Mí, su Divino Salvador, por Mi Padre Eterno o por el Espíritu Santo. Al usar orgullosamente estas insignias de santo honor, guiarán a otros hacia Mí. A pesar del desprecio exterior que puedan experimentar de esta gente, ellos interiormente los envidian por su fe. Muchos de estos observadores sienten un vacío hueco por dentro, debido a su falta de fe. La oración, hijos Míos, puede ayudarme a recobrar sus almas. Digan esta oración por ellos:
“Mi querido Señor, yo te extiendo mis brazos para pedirte que acojas a mi amado hermano/a en Tus amorosos brazos. Bendícelos con tu Sagrada Sangre y concédeles la gracia necesarias para permitirles recibir el espíritu de Tu amor para guiarlos a la salvación eterna.”
Cuando ustedes, Mis creyentes, sean desafiados abiertamente por otros acerca de su fe, primero digan esto.
“Soy un seguidor de Cristo, Quien sufrió la muerte a manos de no creyentes. Debido a eso, como seguidor de Cristo, sufriré siempre a causa de mi amor por Él, la humillación de otros. Esta es la cruz que llevo y estoy orgulloso de este hecho. Él, mi Salvador, murió no solo por mis pecados sino también por los de ustedes.”
Cuando ellos se jacten orgullosamente de ser agnósticos o ateos díganles esto. Pregúntenles ¿se sentirán diferentes cuando su vida en esta tierra se acerque a su fin? Entonces denles este consejo. En su lecho de muerte recuerden esta oración de la Divina Misericordia, incluso si todavía están inseguros. Abran ustedes sus corazones y pidan a Mi Padre Eterno que a ellos los perdone. Recuerden Mi promesa. Como juez, al igual que como su Salvador, Yo perdonaré - hasta el último aliento de cada uno de Mis hijos en esta tierra. Díganles que recen mucho, para que puedan abrir sus corazones por esta vez.
La oración conduce a todos Mis hijos más cerca a Mi Reino en la tierra cuando el Cielo y la Tierra se fundirán como uno. El poder de la oración solo será entendido verdaderamente cuando Mis hijos abran sus corazones y llamen. Pidan, y si es la voluntad de Dios, sus plegarias serán contestadas.
Nunca nieguen a sus hijos el Sacramento del Bautismo
Finalmente, recen por los niños pequeños, sus hijos e hijas y la juventud en el mundo. Cada uno de ellos merece que se le muestre la verdad. No se les mostró la verdad del amor de Dios ni se les dio orientación por sus padres, debido a la oscuridad espiritual que ha existido en la tierra en las dos últimas décadas. Aunque su propia fe sea débil, no eludan su deber, como padres, de darles acceso a los sacramentos, especialmente el Bautismo. Nunca se atrevan a negar este sacramento tan importante a su propio hijo. Muchos padres que se mantienen orgullosamente firmes mientras proclaman sus puntos de vista de incredulidad, están dañando las almas de sus hijos. Den a sus hijos el don de los sacramentos. Con el tiempo, ya sea que ellos les agradezcan por esto o me nieguen. Eso dependerá de ellos. Niéguenme si tienen que hacerlo, pero no me roben las almas de Mis hijos. Ustedes pueden ser sus padres en la tierra, pero ellos son los hijos de Mi Padre Eterno, el Creador y Hacedor de todas las cosas. No traten de llevarlos a la oscuridad con ustedes. Recuerden de nuevo que a pesar de sus propias creencias, Yo los amo a todos ustedes.
Su Divino Salvador y Juez
Jesucristo, Hijo del Padre Eterno