2012 abr 25 Toda la humanidad tendrá libre albedrío hasta que su voluntad se una con la Divina Voluntad del Padre
Miércoles, 25 de abril de 2012 a las 15:50 hrs.
Mi queridísima bienamada hija, muchas almas no Me reconocen simplemente porque ellas no quieren.
Ellas saben quién soy Yo.
Ellas saben que han sido creadas de la nada por Dios Padre, sin embargo, eligen ignorar a Dios.
Utilizan Mi nombre de la manera más casual muchas, muchas veces y Mi Nombre es incluido en las maldiciones arrojadas por aquellos posesos por los demonios.
Es solo cuando las personas están afligidas por la tragedia, que se detienen y piensan en la muerte y en cualquier vida futura que ellos creen que pueda estar por delante.
Esto es por lo que Yo a veces castigo a esas almas, por Mi pura Misericordia, para traerlas a sus sentidos para que así Yo pueda salvarlas.
A través del sufrimiento, todas aquellas atracciones materiales, buscadas por los sentidos, llegarán a ser insignificantes y serán vistas por lo que ellas son. Novedades fugaces que se desvanecerán, dentro de un corto período de tiempo.
Muchas almas han nacido en este mundo, enviadas desde el Cielo. Ellas eligieron el sufrimiento, incluyendo aquellos niños abortados, como un medio de buscar salvación para los pecadores.
Es difícil para la mente humana comprender el Reino Divino, porque ni un solo hombre ha sido bendecido con este Don.
Cuando los ángeles caídos se rebelaron contra Mi Padre, Él -Mi Padre- nunca hizo perder el derecho de Sus hijos a su libre albedrío, porque Él nunca le quitará el Regalo que le dió a la humanidad.
Toda la Humanidad tendrá libre albedrío hasta que su voluntad se una con la Divina Voluntad del Padre.
Satanás se aprovecha del libre albedrío. Lo que él no puede combatir es cuando aquellas almas elegidas, pierden su propio libre albedrío y lo ofrecen a Dios para salvar a los pecadores.
Haciendo este sacrificio, a través de la aceptación del sufrimiento, la influencia de satanás se debilita.
Entonces los pecadores pueden ser salvados, incluso cuando ellos no se hayan arrepentido. Esto es lo milagroso del sufrimiento.
Vuestro bienamado Jesús