19 nov 2012
La confusión será evidente en todos los rincones de la tierra y sólo un ciego no podrá ver los cambios
Lunes 19 de Noviembre, 2012 a las 09:00 hrs.
Mi muy querida hija, sólo hay un camino hacia la Vida Eterna y que es a través de Mí, Jesucristo. Hay, sin embargo, muchos senderos que conducen a Mí.
Muchos de los que siguen Mi Verdad les será más fácil que aquellos que conocen la Verdad pero que no dan homenaje a Dios.
Mis seguidores, aquellos de entre vosotros que conocéis la Verdad, pero que os quedáis atrás y permitís que la Palabra de Dios sea considerada como mentira, debéis entender que tenéis una responsabilidad para Conmigo, vuestro Jesús.
Nunca aceptéis leyes, que hacen honor a Satanás. Vosotros conocéis, en vuestros corazones, a qué leyes me refiero cuando se presenten ante vosotros. Porque entonces ellas os disgustarán justamente como a Mí me disgustan.
Dejad que se sepa que la batalla en contra de la Palabra de Dios ha comenzado. La forma en que esto ocurra, será evidente para vosotros.
Muchos cambios en Mis Iglesias en la tierra, muchas pruebas entre Mis siervos sagrados; escándalos entre naciones, y el conflicto en Israel, todo incrementará en su intensidad, todo al mismo tiempo.
La confusión será evidente en todos los rincones de la tierra y sólo un ciego no podrá ver los cambios a su alrededor. Cada uno de vosotros os veréis afectados de alguna manera, pero sabed esto:
Os he prometido que voy a estar con vosotros, guiándoos a cada paso, aliviándoos vuestro dolor por cada piedra que pisáis en vuestra búsqueda de paz, amor y armonía.
Mantenéos Conmigo. Colocaos cerca de Mi Sagrado Corazón y permitidme que os mantenga fortalecidos.
Caminad a través de esta selva de dolor y confusión, con Fe en vuestro corazón y confiad en Mí, vuestro Jesús, y sobreviviréis.
Nunca permitáis que vuestra conciencia o compromiso con la Verdad de Dios sea influenciada por cualquier persona, no importa lo convincente que parezcan. No importa cuántas, de las llamadas tolerantes leyes os imponen, para que vosotros las aceptéis.
Vosotros conocéis en vuestros corazones, la diferencia entre la verdad y la ficción.
Vuestro Jesús