15 nov 2011

29.10.2012 12:06

Dios Padre pide a sus hijos unirse en oración

Martes, 15 de noviembre del 2011 a las 11:00 hrs.

 

Vengo hoy, hija Mía, a reunir a Mis preciosos hijos y a todos aquellos que creen en Mí, para rezar en unidad, para salvar a todas las almas sobre la Tierra.

 

Es Mi deseo que ustedes prueben su infinito amor a la Santísima Trinidad, mostrando humildad en el amor de unos a otros, para que así el pecado sea perdonado a toda la Humanidad.

 

Yo soy el Dios de Justicia, pero soy primero y principalmente, el Dios de Amor y de Misericordia. Mi paternal amor Divino por ustedes, está reflejado en Mi misericordiosa bondad. Pues tal es Mi intención de salvar a todas las almas en este, el final de los tiempos, como los conocen en la Tierra. No teman, hijos. Mi intención no es asustarles, sino abrazarles, con todo Mi abarcante amor, para cada hijo Mío.

 

Hago un llamado a todos Mis hijos, especialmente, a aquellas almas tan llenas de amor por Mí, su Creador, a unirse con sus hermanos y hermanas y levantarse en contra del mal en el mundo.

 

Satanás y cada demonio en el infierno, ahora recorren la Tierra en desafío a Mí, durante este, el fin de los tiempos, hijos. Ellos están dispersos por el mundo, persiguiendo almas y llevándolas al borde de la locura.

 

La maligna influencia está siendo sentida por casi todos ustedes en este momento. Esto es porque Mi existencia y la de Mi amado Hijo han sido negadas, rechazadas y lanzadas a un lado, que la obscuridad ahora cubre su mundo. Sin reconocer la verdad de su creación sobre esta Tierra, ustedes, Mis amados hijos, han llegado a ser, involuntariamente, un blanco para satanás.

 

Notarán un cierto número de cambios en su vida, ya que esta infestación se ha apoderado de su mundo. Asesinatos, odios, disgusto por proclamar Mi Gloria o  por reconocer Mi existencia, guerra, persecución, codicia, control y deterioro moral. Todas estas perversidades han sido creadas en su mundo, por satanás y esparcidas por los pecadores tan abiertos a sus falsas y vacías promesas.

 

El, satanás, tienta primero a aquellos poderosos y hambrientos pecadores y a aquellos débiles en la Fe. Habiéndoles seducido, entonces él les posee. Ellos, a cambio, infectan y causan terrible dolor, infligiendo abuso a sus hermanos y hermanas.

 

Ustedes, Mis amados fieles, están siendo ahora llamados por Mí, a levantarse y a defender Mi Santa Palabra, para que así la Humanidad pueda ser salvada. Ustedes harán esto de dos maneras, primero, a través de la oración constante y segundo, difundiendo Mi Santísima Palabra. La oración no solo ayudará a salvar a la Humanidad del infierno y del completo abandono por Mí, sino que también, mitigará Mi mano del castigo. Esta mano del castigo, caerá y cae, sin duda de esto, sobre aquellos perversos pecadores que han permitido al espíritu de la oscuridad, controlar su comportamiento hacia aquellos inocentes dependientes, sobre los cuales ellos ejercen control.

 

Yo, Dios Padre, hago un llamado a Mis hijos desde Los Cielos, para que oigan Mi súplica, cuando les urjo a levantarse inmediatamente. Unanse en oración, rezando lo siguiente:

 

“Dios Altísimo, en el nombre de Tú amadísimo Hijo Jesucristo, a quien sacrificaste para salvarnos a nosotros, Tus pobres hijos, del fuego del infierno, escucha nuestra oración! Que podamos ofrecer nuestros humildes sacrificios y aceptar las pruebas y la tribulación, como un medio para ganar la salvación de todas las almas, durante el GRAN AVISO.

Te rogamos que perdones a los pecadores, que encuentran difícil volverse y aceptar tu Misericordiosa bondad, para que ofrezcan los sacrificios necesarios, según Tu criterio, para redimirles a Tu Santos Ojos.”

 

Rezándo a Mí, su Padre celestial, Dios Altísimo, Creador del Universo y de la Humanidad, escucharé su oración y les garantizaré inmunidad para todas aquellas almas por las que rezan.

 

Gracias Mis queridos hijos por reconocer este Mi Divino llamado desde los Cielos, gracias por su humildad de corazón para reconocer Mi voz cuando es hablada.

 

Recuerden que Yo soy un océano de caridad y les amo a todos ustedes con una ternura Paternal. Lucho sólo por salvar a cada uno y a todos ustedes, de las garras del Maligno, para que así nos podamos unir como una sola familia.

 

Dios El Padre Eterno