13 oct 2011
Nunca Me defiendan, porque no es necesario
Jueves 13 de octubre del 2011, a las 12:00 hrs.
Mi muy querida y amada hija, debo informarte de la necesidad de refrenarte para defender Mi Santísima Palabra.
Aquellos que cuestionan Mi Palabra, deben pedirme orientación. Te estoy instruyendo ahora, para que nunca intentes interpretar los mensajes de Mis Divinos labios.
Te he dicho esto muchas veces y no se te ha dado la autoridad de hacer esto, en cambio, acepta Mis mensajes como son. No dudes de ellos. No trates de analizarlos, porque el hombre sabe muy poco de los planes Divinos y del tiempo. El hombre, tampoco conoce nada de acerca del Anticristo, aunque crea que sí lo sabe. Solo estos asuntos de tal importancia permanecen en conocimiento por Mi amado Padre.
Te he pedido que nunca Me defiendas, pues es innecesario. La voluntad de Mi Padre de comunicarse con la humanidad a través tuyo y de otros profetas, es todo lo que debería importar. Como he dicho antes, tú eres la escritora, Yo soy el autor, tú eres el instrumento, Yo soy el Maestro.
Tu obediencia en todo momento se espera de ti. Hacer como digo es simple. Tú trabajo sería más fácil si tú te refrenas de comprometerte, en un debate religioso e intelectual, con respecto a asuntos espirituales, acerca de los cuales tú no sabes nada.
Recuerda la importancia de la humildad, hija Mía. Permanece como un niño, pequeña en todo momento ante Mis ojos y encontrarás la paz. Te serán enviadas pruebas durante este trabajo, espéralas, no las rechaces. Tu regalo para Mí de tu libre albedrío es aceptado, pero debes aprender la importancia de no tratar de rechazar los sufrimientos, porque esto es importante para la salvación de las almas.
Te amo, hija Mía, pero sentí la necesidad de recordarte de no rechazar Mis claras instrucciones. No necesito ser defendido. Las Palabras dadas a ti, no están contaminadas y no contradicen la verdad como fué provista a la humanidad desde que el tiempo comenzó. Muchas versiones de la verdad, contenidas en la Biblia, han sido torcidas para que encaje en la propia agenda del hombre, soy la verdad, soy el pan de vida, sin Mí no hay vida.
Sigue adelante, con una visión más clara de lo que es esperado de ti. Estás protegida todo el tiempo. Gracias hija Mía por la fortaleza que estás mostrando ahora, pero siempre permíteme guiarte todo el tiempo. De esta forma el viaje será mucho más fácil.
Vuestro amado Jesús