10 sep 2011 Nunca amenacen a otros en Mi Nombre
Sábado 10 de septiembre de 2011 a las 15:30 hrs.
Mi muy querida bienamada hija, hoy voy a hablar contigo sobre la necesidad de obedecerme en todas las cosas. Hija Mía, todos Mis seguidores deben honrar los Mandamientos de Mi Padre, para ser dignos de Mi amor y devoción. Aunque de vez en cuando puedan tambalearse, deben, en todo momento, esforzarse para seguir el mandamiento del amor. Ámense los unos a los otros y antepongan las necesidades de su prójimo a las propias. Entonces, todo lo demás caerá en su lugar.
Aquellos que se llaman asi mismos seguidores Míos, deben ser muy cuidadosos en la forma de difundir Mi Santísima Palabra. Si caen en la trampa de la arrogancia, justicia propia o cuando condenan a otros en Mi Nombre, me ofenden profundamente. Nunca amenacen a otros con los castigos que, según ustedes, pueden esperar de Mí. Nunca digan a alguien más que lo castigaré, porque ustedes se sienten enfadados con ellos por alguna razón. Porque cuando ustedes hacen esto, se hacen culpables de negarme al tergiversar la Verdad para que se adapte a sus propios intereses. Nunca se sientan superiores a otros solo porque ustedes han sido privilegiados de conocer la Verdad.
Hijos, Yo amo a todos Mis hijos, incluso cuando se equivocan y se apartan del camino. Recen en todo momento por ellos, si es que ustedes aspiran a ser verdaderos seguidores Míos. Prediquen la Verdad por todos los medios. Háblenles siempre del profundo Amor que siento por Mis Hijos.
Pero no los juzguen nunca. Nunca digan a otros que por sus pecados, o por aquello que ustedes juzgan como pecado, serán castigados por Mí de algún modo, porque ustedes no tienen derecho a hacerlo.
Mi mensaje de hoy es sencillo. Si me aman y hablan en Mi Nombre, no se deben ensalzar nunca de ello. No deben nunca amenazar a sus hermanos o hermanas o hagan comentarios despectivos de ellos en Mi Nombre.
Recuerden que como ustedes son Mis seguidores, estarán en la mira del maligno precisamente por su Fe. Por eso tienen que cuidarse mucho de que no los engañe, con artimañas y perfidia, a pecar contra sus hermanos o hermanas.
Deben permanecer fuertes, hijos Míos. Les doy este Mensaje para guiarlos y mantenerlos en el camino correcto hacia Mí.
Su amado Jesús
Rey de la humanidad