1 oct 2014 O bien sirven a Dios, o se entregan a la insensatez de los hombres

13.02.2015 13:47

Miércoles 1° de Octubre de 2014 a las 21:15 hrs.

 

Mi muy querida bienamada hija, la traición a Mí, Jesucristo, el Hijo del Hombre, está desenfrenada entre aquellos que dicen servirme (estar a Mi servicio). Aún aquellos que dicen ser Mis leales siervos me han abandonado y su fe es apenas un destello de su estado original. Lo que comenzó con un amor y compasión por Mí, ha sido reducido a una fracción de lo que era antes y esto ha sido causado por muchas cosas.

Tanto desprecio por Mi Iglesia surgió por causa de las almas caídas dentro de ella, que fueron conducidas hacia grave pecado. Muchos de Mis inocentes siervos consagrados sufrieron a causa de los pecados de otros, y eso les trajo gran vergüenza. Entonces, cuando las Leyes de Dios fueron arrojadas a un lado y apenas se hablaba de ellas, muchos se olvidaron de que los Mandamentos de Dios debían ser defendidos (mantenidos en alto) a toda costa. Si Mis siervos consagrados dejaron de predicar la Verdad y desestimaron la importancia de hablar de la existencia del pecado, ¿cómo podrían entonces los hijos de Dios estar más enterados? (ser más sabios?) Mis siervos consagrados tienen el deber moral de defender la Palabra de Dios y de advertir a los hijos de Dios del peligro del pecado. Pero, ellos decidieron no hacer esto. Muchos sienten temor de predicar la Verdad por miedo de ser perseguidos por aquellos que los culparán por los pecados de los otros.

Durante Mi tiempo en la tierra, Yo nunca vacilé en predicar sobre el castigo que el hombre tendrá que enfrentar a menos que busque el perdón de Dios por sus pecados. El miedo al castigo de Dios no debe ser el motivo para evitar el pecado, sino para que ustedes, los pecadores, puedan ser salvados. El pecado es algo con lo que tienen qué vivir, pero nunca deben aceptarlo. Deben combatirlo porque Yo deseo salvar sus almas. ¿Por qué Yo no desearía salvar sus almas, cueste lo que cueste?

¿No sufrí Yo, por ustedes, y morí una muerte atroz en la Cruz, para que pudieran ser redimidos a los Ojos de Dios? ¿Por qué, entonces, Mis siervos consagrados no predican sobre la absoluta necesidad de procurar la Vida Eterna? Si ustedes no buscan la Vida Eterna, entonces no la encontrarán.

El deber de todos aquellos que están a Mi servicio es ayudar a salvar al hombre de la eterna condenación. La Verdad ha estado oculta por tanto tiempo que muchas almas, debido a su complacencia, se han perdido para Mí. Sepan que Yo enviaré Mis Ángeles en el último Día y que los hombres serán divididos en dos partes - aquellos que han cometido atrocidades y aquellos que son Míos. Yo pido a Mis siervos consagrados, que digan la Verdad, porque si no lo hicieran, harán perder para Mí muchas almas y por eso Yo nunca los perdonaré.

O bien sirven a Dios, o se entregan a la insensatez de los hombres.

Su Jesús