08 ene 2012 Dios Padre: Ustedes, Mis amados hijos tienen un glorioso futuro delante de ustedes

05.08.2013 18:12

 

 Domingo 8 de enero de 2012 a las 14:04hrs.

Soy el Rey de toda la creación. Soy el Alfa y el Omega. Toda la Humanidad me honrará.

Mi queridísima hija, el momento para que la Humanidad me honre, a su Padre Celestial, en toda Mi gloria, al fin se está acercando. Las oraciones de Mis bienamados hijos, aquellos humildes servidores Míos, están salvando almas y a gran parte de la Humanidad, contra las fuerzas de la oscuridad que cubren la Tierra.

Consideren, les digo a todos ustedes Mis humildes seguidores y a aquellos que creen en Mí, el Creador de toda la Humanidad, únanse.

Deben unirse como una sola fuerza para honrarme, a su Padre.

Recen en unidad ahora por la conversión mundial. El Espíritu Santo fue derramado por Mí, sobre el mundo entero, el 10 de mayo del 2011. Y ya ha llamado a muchísimas almas buenas, para proclamar Mi Palabra.

Ahora que el poder de Satanás está disminuyendo, él va a atacar a tantas almas como sea posible. Los peores ataques serán infligidos sobre Mis iglesias y sobre todos los que me honran, a su Padre Celestial.

La fe de Mi Iglesia continuará debilitándose, pero la fe de aquellos que se inclinan ante Mí, va a influir las mentes de los buenos cristianos en todas partes y los traerá más cerca de Mí.

Mucha confusión está desarrollándose entre Mis hijos. Todos aquellos que están distraídos de orar para Mí, Dios Altísimo, escuchen ahora Mi súplica a la Humanidad:

Jamás permitan que nadie los distraiga de la Verdad de Mi Sagrada Palabra, dada a la Humanidad para salvar almas. Jamás permitan que nadie les distraiga de rezar por aquellas pobres y atormentadas almas, que han sido incautadas por Satanás. Únanse como uno solo hijos y recen por Misericordia una última vez. Las oraciones de ustedes me ofrecen la ayuda requerida para salvar a la mayor parte de la Humanidad.

Tú, hija Mía, eres la profeta de los últimos tiempos, la que más sufrirá. Porque por esta misión, recibirás los últimos mensajes similares de su tipo/clase, para el mundo y serás el principal objetivo de Satanás y de sus secuaces.

Hay ahora muchos profetas a los que se les ha dado una santa misión, aprobada por Mí, para ayudar a guiar a la Humanidad. Después de tu Misión no enviaré a nadie más a impartir Mis Mensajes, porque el mundo, así como lo conoces, habrá sido cambiado para siempre.

Como profeta de los últimos tiempos, tu voz será rechazada primero por la mayoría de los creyentes, porque ellos se opondrán agresivamente a estos Mensajes Divinos, de una manera que te sobresaltará y asustará, hija Mía.

Satanás atacará a aquellas pobres santas almas, como un medio para herirme. Él ya ha cegado los corazones de los creyentes a la Verdad. El torcerá la Verdad en las mentes de aquellos que rinden homenaje a Mí, su Padre Celestial y a Mi amado Hijo, Jesucristo.

Estén gozosos, no obstante, porque mucha conversión ya ha sido alcanzada, con la ayuda de otros visionarios y profetas en el mundo. Muchos acontecimientos catastróficos ya han sido evitados gracias al trabajo de ellos. Sin embargo un cierto número de castigos continuarán aconteciendo a la Humanidad, con el fin de purificar a las naciones.

Hija Mía, el poder de la serpiente será aplastado, y pronto. Esta es la razón por la que Mis hijos no deben temer al futuro. Ustedes, Mis amados hijos, tienen un glorioso futuro delante de ustedes. Todo lo que necesitan hacer es rezar por sus hermanos y hermanas y confiar en Mí totalmente. Mientras que el Aviso, que se llevará a cabo pronto e inesperadamente, salvará almas, todavía se necesita mucha oración. Las oraciones que Yo pido de ustedes ahora son especialmente por la gente joven en cualquier parte del mundo.

Estos son los niños atrapados por las malvadas mentiras perpetradas por Satanás. Estos son los hijos que dedican mucho de su tiempo viviendo en falsa idolatría y en un mundo ficticio. Ellos son los que más necesitan las oraciones de ustedes. Únanse, hijos. Dejen sus diferencias a un lado. Despójense de su abrigo de orgullo. Abandónense en amor y humildad para pedirme las Gracias que necesitan. Estas gracias inundarán las almas de ustedes con el Espíritu Santo. Solo entonces sus oraciones serán escuchadas y contestadas.

Su amado Padre Celestial

Dios Altísimo