07 mar 2012 Mi Segunda Venida no puede ser evitada, ni puede ser detenida

21.08.2013 00:19

 

Miércoles 7 de marzo de 2012 a las 20:30 hrs.

 

Mi muy querida bienamada  hija, te protegeré con gracias especiales necesarias para darte la fortaleza para hacerle frente a las fuerzas del mal, las cuales están en marcha para detener esta Santa Misión.

Es importante comprender que la opinión humana no es importante.

Todo lo que importa es Mi Santísima Palabra.

Mi Palabra es la Verdad. Yo soy la Verdad. Cualquiera que te diga que estos mensajes no están en concordancia con Mis enseñanzas, es un mentiroso.

Ellos no me conocen. Ellos pueden pensar que me conocen, pero sólo pueden conocerme si permanecen humildes de corazón.

Aquellos cuya opinión contradiga Mi Palabra, son culpables del pecado del orgullo.

El orgullo ciega incluso a Mis Siervos Sagrados, a la verdad de Mi Santa Palabra.

Mis promesas a la humanidad de venir otra vez en gloria para juzgar a los vivos y a los muertos, tienen que suceder.

Ésta, Mi Segunda Venida, no puede ser evitada, ni puede ser detenida.

Mis advertencias a la humanidad, dadas a ellos porque amo a cada alma, son importantes.

Debo preparar a todos los hijos de Dios adecuadamente para éste Tan Glorioso Acontecimiento.

Muchos intentarán obstaculizarte. Muchos tratarán de socavar Mi Santa Palabra y muchos tratarán de dañarte, con el fin de evitar que Mi Santa Palabra sea escuchada.

Todos estos intentos serán inútiles.

Sólo Yo, Jesucristo, tengo el poder de proveer la Salvación Eterna a la humanidad entera.

Sólo Yo tengo el poder de preparar las almas de toda la humanidad para vuestra herencia en el Paraíso.

Nadie, ni siquiera satanás el rey de las tinieblas, ni sus secuaces, pueden detener que ésto acontezca.

Siempre recordad ésto. Protegeré a todos aquellos que acaten Mi Santa Palabra.

Vosotros puede que estéis aterrorizados a causa de acontecimientos mundiales, a medida que las fuerzas de las tinieblas envuelven vuestros países.

Los acontecimientos os angustiarán, pero nunca debéis temer, porque Yo os traeré Conmigo a Mi Nuevo Reino en la Tierra.

Todo lo que pido es que confíeis en Mí.

¡Dejádme guiaros!

Permitidme mostraros la manera de Purificar vuestras almas a través de la Cruzada de Oraciones que Os doy.

Luego, dejadme todo a Mí.

Recordad que Mi amor por todos vosotros es tan fuerte que ningún hombre puede jamás diluir este puro amor y compasión que tengo por cada uno de los hijos de Dios, en Mi Sagrado Corazón.

Vuestro bienamado Jesús,

Redentor de la Humanidad