031 mar 2014 Dios Padre: Los terremotos azotarán sus ciudades

28.01.2015 17:28

 

Lunes 31 de marzo de 2014  a las 14:00 hrs

Mi queridísima hija, el tiempo ha llegado en que el hombre, habiendo pecado y habiéndose manchado a Mis Ojos durante tanto tiempo, ahora se hunda en las profundidades finales de la depravación, cuando se esforzará en destruir todo lo que es sagrado para Mí.

Toda vida viene de Mí. La vida del alma es Mía. La vida de la carne también es Mía. No permitan al hombre interferir con ninguna – no sea que su propia vida le sea quitada por Mí. De eso pueden estar seguros. Toda forma de vida, que ha sido dada a luz por Mi Mano, será asesinada por las manos de los hombres perversos. Ellos quitarán la vida de aquellos en el vientre y declararán esto ser una forma de derechos humanos. Ustedes, hijos Míos, no tienen el derecho de destruir la vida de Mis hijos –bien sea antes o después de haber nacido– y si lo hacen, entonces sufrirán un terrible castigo. Sin reconciliación y con la falta de arrepentimiento por este abominable pecado, Yo los destruiré, así como a aquellas naciones que estimulen esta maldad. Cuando destruyen su propia vida, me ofenden, porque no les pertenece a ustedes y solo Yo tengo el derecho de dar vida y de quitarla, en Mi Tiempo. Por alterar la vida de la carne, interfieren con Mi Divinidad y Yo nunca  voy a mantenerme a distancia ni ignoraré tal insulto a Mi Creación.

Cuando el quitar la vida no sea suficiente, el hombre erróneamente atacará la vida del alma, acabando con Mi Santa Palabra, la cual él pisoteará hasta que se pulverice cada parte, para que así se convierta en gravilla bajo sus pies. Luego el hombre, arrogante y lleno de su propio retorcido punto de vista de sus habilidades, intentará buscar un nuevo planeta para encontrar una nueva casa para la humanidad, a pesar de que esto es imposible. El Don del mismo suelo sobre el cual Yo puse a la humanidad, se considerará no ser suficiente para las necesidades del hombre. Y así continuará esta marcha hacia la auto-destrucción. El hombre será el autor de su propia defunción. Él destruirá sistemáticamente todo lo que es sagrado para Mí.

El Don de la vida, dado por Mí a cada una de Mis criaturas, será robado de Mí, por el hombre, sin ningún ápice de remordimiento. Él justificará cada parte de su intento asesino, al declarar que quitar la vida es algo bueno. La muerte por aborto, es el mayor insulto de todos y Yo advierto a la humanidad, que la Justicia será Mía, porque ya no permitiré más que me insulten a Mí de esta manera.

Los terremotos azotarán sus ciudades y por cada nación que estimule el quitar la vida, sentirán el despertar de Mi Ira, mientras golpeo sus lamentables y odiosos corazones. Aquellos que busquen el arrepentimiento por este delito serán perdonados, pero sepan que ninguna nación de entre las suyas escapará a este castigo.

La muerte de Mi Iglesia no será tolerada, ya que el hombre, junto con los falsos líderes que servilmente sigue, destrozará los Sacramentos y los reinventará para que así desaparezcan. Yo derrumbaré sus templos y sus iglesias según continúen su profanación al Cuerpo de Mi Hijo. Ustedes lo flagelaron, se burlaron de Él y perseguieron a Sus seguidores hasta que lo mataron salvajemente, cuando lo crucificaron. Todavía no han aprendido. Su falta/carencia de humilde servidumbre a Aquel Quien les dio la vida, los trajo la Redención y Quien ahora trata de alcanzarlos para prepararlos para el Gran Día, me repugna.

Yo estoy Afligido. Yo estoy Entristecido y Yo estoy Encolerizado, porque ustedes han conseguido finalmente matar cada forma de vida que Yo les di. Me refiero a ambas vidas, la de la carne y la del alma. La vida que Yo les di ya no les es suficiente, por lo tanto Yo se la tomaré de vuelta en el Último Día, a aquellos de ustedes que me la han tirado de vuelta a Mí. Mientras su actitud de guerrear contra Mí, el Creador del Mundo y de todo lo que es, continúe, Yo solo permitiré que sus actos perversos de destrucción, duren un tiempo muy corto.

Yo les doy ahora el tiempo para que examinen los pecados de la humanidad contra todo lo que Yo mantengo sagrado, para que ustedes puedan expiar por los pecados del mundo. La batalla final ha comenzado y mucha vida –el Don de la vida creado por Mí– será destruida por el hombre. Y por eso, Yo castigaré al mundo.

Su Padre

Dios el Altísimo