029 ago 2014 Madre de la Salvación: Piensen en la vida como una etapa entre el nacimiento y el Nuevo Reino Glorioso

13.02.2015 00:16

Viernes 29 de agosto de 2014 a las 14:25 hrs.

 

Queridos hijos míos, no permitan que ninguno de ustedes jamás tenga miedo de esta Intervención Celestial en esta Misión de Salvación. En vez de ello, estén agradecidos por la Gran Misericordia de Dios y Su Amor Insondable por la humanidad. Deben dar Gloria a Dios, en el conocimiento de que todo comienza y termina con Él. No hay nada en medio. Piensen en la vida como una etapa entre el nacimiento y el Nuevo Reino Glorioso, que espera a todos ustedes, en caso de que acepten la Promesa de Dios de que Su Hijo Unigénito, Jesucristo, volverá para reclamar Su Reino.

Muchos no creen en Aquel Quien los creó. Pueden presenciar Su Amor y, sin embargo, todavía no creen que el Amor venga de Dios o que Dios es Amor. Los que aceptan la existencia del mal no creen en el amor de Dios ni tampoco aceptan la existencia del maligno. Solo aquellos que logran vencer el mal en todas sus formas entienden verdaderamente el poder que el mal tiene sobre las palabras, hechos y acciones de la gente. Es solo cuando un alma se desenreda de la influencia del mal, que puede ser liberada. La verdadera libertad solo se puede lograr cuando uno acepta la Verdad. Si ustedes no aceptan la Palabra Hecha Carne, que es mi Hijo, Jesucristo, entonces nunca serán libres.

Hijos, deben luchar contra el mal en todas sus formas engañosas, pero no es fácil de identificarlas con claridad. Satanás es el rey de las Mentiras. Él es el engañador quien logra convencer al mundo de que él no existe. Él siempre presenta la Verdad como siendo algo malo y convencerá a los más débiles de entre ustedes de que el mal siempre puede justificarse. Nunca deben permitirse ser engañados, porque la Verdad se le dio al mundo y se encuentra en el Libro de Mi Padre. Cualquier cosa que se desvíe de la Verdadera Palabra de Dios, debe ser evitada. No hagan caso a los que les digan que un acto malo es una cosa buena, o que debe ser aceptado debido a los tiempos que ustedes están viviendo.

La humanidad no ha cambiado. El pecado no ha cambiado. Todo lo que ha cambiado es la renuencia del hombre a aceptar a Dios como su Creador.

Su amada Madre

Madre de la Salvación