027 sep 2014 Madre de la Salvación: El pecado es una realidad. Él existe y seguirá existiendo hasta la Segunda Venida de Cristo

13.02.2015 01:04

Sábado 27 de septiembre de 2014 a las 19:20 hrs.

 

Mis queridos hijos, qué desconsolada estoy en estos tiempos terribles, en los que el hombre se ha levantado para desafiar a Dios de tantas maneras.

Las Leyes de Dios están siendo ultrajadas en todo el mundo, porque el pecado ya no es reconocido como malo. En vez de eso, está siendo justificado en todas las oportunidades para que el hombre no pueda más diferenciar entre lo verdadero y lo errado. Cuando se abraza el pecado, en todas sus formas, y declaran que no tiene consecuencia alguna, entonces nunca quedarán satisfechos. El pecado, una vez que sea visto como una mera falla humana, llevará a un pecado mayor y más grave, hasta que finalmente, esto llevará a la oscuridad de espíritu y a separarse de Dios. Eso dejará un vacío en el alma, lo que traerá una forma de miseria que es difícil de arrancar.

La oscuridad viene del espíritu del mal. La Luz viene de Dios. El pecado trae oscuridad y, a menos que ustedes reconozcan el pecado y busquen la reconciliación, esto crecerá y se pudrirá hasta que estrangule al espíritu. Nada, en este mundo, traerá ni puede traer al alma el alívio que ella anhela. Solamente la reconciliación entre el alma y Dios puede liberarla de este estrangulamiento.

El pecado es una realidad. Existe y seguirá existiendo hasta la Segunda Venida de Cristo. Los hijos de Dios, que entienden los Diez Mandamientos establecidos por Él, sabrán que el hombre debe pedir perdón a Dios cada vez y todas las veces que peque. No importa cuán frecuentemente busque a Dios e implore Su Perdón, porque esta es la única manera de permanecer en unión con Él. De esta forma, ustedes recibirán muchas Gracias y madurarán y morarán en la Luz de Dios.

El hombre debe aceptar su flaqueza debido a la existencia del pecado. Él debe aceptar cómo el pecado puede separarlo de Dios. Cuando él no acepta este hecho, entonces estará diciendo que él (el hombre) es igual a Dios. Sin la creencia en la existencia del pecado el hombre no puede servir a Dios. Es entonces que la separación entre el alma y la de su Creador se vuelve más extensa, hasta que ya no hay comunicación entre el hombre y Dios.

Es el deseo de Satanás, capturar las almas e impedir su salvación. El hombre negará a Dios, hasta que él acepte la importancia de reconocer las Leyes de Dios.

Su amada Madre

Madre de la Salvación