027 nov 2014 La gente ha perdido el amor en sus vidas porque ya no me veneran
Jueves 27 de noviembre de 2014 a las 19:50 hrs.
Mi muy querida bienamada hija, gran parte del sufrimiento experimentado/vivido por los hombres, durante los próximos años, será el del espíritu.
El sufrimiento espiritual se sentirá no solo por Mis seguidores, que siguen siendo fieles a la Palabra de Dios, sino también por todos los hombres, cualquiera que sea su creencia. Satanás y sus demonios, desde el rango más alto hasta el más bajo, deambulan por todo el mundo, propagando odio entre los hijos de Dios. El odio se ha apoderado de la humanidad y se puede ver de muchas maneras. Cuando Satanás tienta/seduce un alma hacia un brote de odio, lo hace mediante la creación de un sentimiento de celos en la persona vulnerable y pronto esto se convierte en odio. El odio se propaga y afecta a todas las edades/épocas.
El espíritu de amor y caridad, que una vez estuvo presente en los corazones de la humanidad, se ha debilitado y esto significa que el amor que unió a las comunidades, naciones y países en conjunto, ha sido roto.
La gente ha perdido el amor en sus vidas, porque ya no me veneran. Yo, Jesucristo, he sido olvidado. Tan ocupados están en el trato con las cosas del mundo que han creado, para sí mismos, una existencia muy solitaria. Una vez que falta el amor en su vida, una gran parte de ustedes se queda seca y se marchita como una planta hambrienta.
Dios es Amor, y cuando el amor está presente en el mundo, hay una mayor armonía y paz. Lo opuesto al amor es el odio, el cual, proviene del diablo. Si ustedes permiten que el odio llene sus corazones, este se pudrirá dentro de ustedes y crecerá como un cáncer hasta que los devore. El odio destruye vidas y crea terribles divisiones. Envenena su alma. Crea profunda infelicidad en las almas de los que han permitido que el odio les dicte cada acción que emprenden. El odio se propaga de un alma a otra muy rápidamente, ya que, una vez que se involucran con una persona que está llena de odio, esta obtendrá un control sobre ustedes tentándolos a escuchar cada razón dada para justificarlo.
Los Cristianos, que permiten que el odio los infeste, nunca deben sucumbir usando Mi Santo Nombre para incitar el odio de cualquier tipo en contra de otro ser humano. Deben pedirme que libere su alma del odio porque si le permiten que tome posesión de su alma, nunca verán Mi Rostro.
Utilicen el tiempo concedido a ustedes, para amarme más, porque cuando me amen realmente, este amor será correspondido. No serán entonces capaces de participar en ningún tipo de diálogo donde el odio esté presente.
Ámenme y les resultará más fácil amar a los demás. Si odian a otra persona ustedes no me conocen.
Su Jesús