021 abr 2014 El Principio y el Final del mundo llegarán a ser uno

30.01.2015 16:31

Lunes 21 de abril de 2014 a las 15:56 hrs.

 

Mi muy querida bienamada hija, es muy difícil para las almas, incluso para aquellas con gran fe, reconciliar el mundo en donde viven, con el mundo de Mi Reino

El mundo, tal y como está, es incompatible con Mi Reino y esto quiere decir que aquellos de ustedes que me conocen y que verdaderamente me aman, encuentran doloroso, a veces, vivir sus vidas cotidianas. Amarme significa seguir Mis Enseñanzas y recurrir a Mí para perdonarles sus pecados. Esta es la única manera en la que pueden formar parte de Quien Yo Soy. No pueden formar parte de Mi Reino sino hasta que reconozcan la Verdad y acepten que, mientras el pecado exista, el mundo jamás podrá ser perfecto. Mientras el hombre haga todo de acuerdo a su propia voluntad, cuando está siendo constantemente seducido a complacer sus propias necesidades egoístas, seguirá siendo un esclavo.

Cuando vivan la vida de acuerdo a la Palabra de Dios, ustedes serán capaces de ver el mundo por lo que es. Presenciarán la maravilla que es el Milagro de la Tierra, la cual fue creada por Mi Padre. Pero, ustedes también verán cómo la debilidad del hombre ha separado al hombre de Dios. Mientras este sea el caso, el mundo, así como lo conocen, no podrá ser elevado de nuevo a su Gloria Original. Es debido a esto por lo que ustedes solo encontrarán verdadera paz cuando Yo venga de nuevo a traerlos al Paraíso de Mi Padre, creado para ustedes desde el principio.

El principio y el final del mundo llegarán a ser uno. No habrá Cielo, ni Purgatorio, ni Tierra – solo existirán dos entidades. Mi Reino – donde la vida nunca acabará, para aquellos que me permitan reunirles dentro de Mi Corazón, y el Infierno, para aquellos que no se vuelvan a Mí.

Todas las cosas estarán de acuerdo a Mi Misericordia y a la Santa Voluntad de Mi Padre, Quien ama a todos Sus hijos. Él quiere salvar a todos y a través de Mí. Yo no puedo forzar a aquellos que no quieren ser parte de Mi Reino, o a quienes rechazan todos Mis esfuerzos para traerles una maravillosa eternidad gloriosa, a que me sigan. No ignoren Mis súplicas de ayudar a esas pobres almas.

Su Jesús