017 may 2014 Madre de la Salvación: Jamás deben maldecir a otro cuando piden las bendiciones de Dios
Sábado 17 de mayo de 2014 a las 15:54 hrs.
Mi querida niña, cuando mi Hijo otorga favores especiales, sobre los hijos de Dios, esto significa entonces que hay una responsabilidad esperada por parte del que los recibe. Por cada Bendición, queridos hijos, que reciben de mi Hijo, siempre deben dar gracias a Dios. Cuando mi Hijo regala Gracias celestiales sobre un alma, mucho se espera de esa persona. Cada alma entonces debe vivir su vida de acuerdo a lo que les ha sido enseñado por mi Hijo.
Mi Hijo hace sentir Su Presencia cuando Él es invocado. Cuanto más abierta esté el alma a Su Amor, él o ella estarán más cerca de Su Sagrado Corazón. Sin embargo, cuando un alma se exalta a sí misma ante mi Hijo, al momento de solicitar Su ayuda, nada conseguirá de Él. Dios ama a las almas humildes. Él prodiga grandes Gracias sobre ellas. Mientras más Gracias ellas reciben, más de Él estará Presente dentro de ellas. Entonces, como Su Presencia se dió a conocer (se ha revelado), esa misma alma será objeto de odio. El diablo es atraído hacia las almas que están en la Luz de Dios. Él (el diablo) entonces usará todos los medios para humillar al alma elegida y por lo general hace esto engañando a la débil alma que utiliza, para infligir dolor y sufrimiento en el alma humilde.
Lamentablemente, muchas personas que me aman a mí, la Madre de Dios, vienen a mí rogándome que les ayude a destruir otras almas. Estas almas - ellas me dicen - son merecedoras del castigo de Dios. Cuando ellas piden a mi Hijo emitir un juicio sobre tales almas, debido al odio que se encuentra en sus corazones, las oraciones que ellos hagan nunca serán escuchadas. ¿Cómo pueden amarme, adorar a mi Hijo y prometer su lealtad a la Verdad cuando odian a otros? ¡Oh, qué astuto es el maligno cuando devora las almas santas, que han permitido que el orgullo las distraiga! Una vez que el orgullo atrapa un alma, ésta inmediatamente pierde su luz. Mientras más oscura se vuelve, más lejos se retira ella misma de la Luz de Dios.
Cuando ustedes me pidan que interceda ante mi Hijo, a favor de ustedes, siempre deben venir a mí con la plenitud del amor en su corazón. Jamás deben maldecir a otro cuando piden las bendiciones de Dios, porque esto es abominable para Él. El odio no tiene ningún lugar en el Cielo.
Vengan a mí, queridos hijos, solo con amor en sus corazones por sus enemigos, y todas sus oraciones serán respondidas de acuerdo a la Santa Voluntad de Dios.
Su amada Madre,
Madre de la Salvación